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Arqueología de Panamá: huellas del venado enano en el Archipiélago de Las Perlas

La arqueología en Panamá nos permite viajar en el tiempo para comprender cómo han vivido los seres humanos en distintas épocas, así como el impacto que nuestras actividades han tenido sobre el ecosistema. La extinción es un fenómeno tristemente común en un mundo donde la intervención humana afecta de forma directa —y muchas veces devastadora— a la biodiversidad. Un ejemplo claro de esta pérdida es la desaparición del venado enano en el Archipiélago de las Perlas hace aproximadamente 6,000 años.


El venado enano del Archipiélago de las Perlas, es un claro ejemplo de cómo los animales pueden experimentar cambios significativos en su morfología debido a las condiciones de vida en un ambiente insular. Este pequeño ciervo se vio aislado a diferencia de su pariente continental, lo que llevó a una serie de adaptaciones que, lamentablemente, no fueron suficientes para salvarlo de la extinción causada por la cacería de los humanos.


Es interesante notar que los venados enanos del Archipiélago de las Perlas no están relacionados con el corzo rojo centroamericano (Mazama temama), sino que su pariente más cercano se encuentra entre los venados Mazama de Colombia (este género representa los ciervos más pequeños) y (venado de cola blanca). Esta conexión sugiere que el venado enano compartía un ancestro común con estas especies, pero sus características únicas se desarrollaron en respuesta a un entorno específico. La imagen más parecida que pudo haber sido el venado enano es del género Mazama al ser de los ciervos más pequeños del mundo.


Mazama sactaemartae
Mazama sactaemartae
Mazama rufinus
Mazama rufinus
Odocoileus virginianus
Odocoileus virginianus

Características 


En el estudio del impacto de los humanos en el caso de los venados enanos de la isla Pedro González encontraron un basurero de restos óseo, datados entre 6.2 y 5.6 mil años antes del presente, estos hallazgos revelan detalles sobre las adaptaciones morfológicas que experimentaron los venados enanos, como la reducción en la talla, tendencias hacia la hipsodoncia, ka presencia de molares más desarrollados y con esmalte más fuerte, extremidades más grandes, y un aumento en el número de fusiones en los huesos de las patas, pesaban menos de 10 kg (Cooke et al. 2016).Todas estas adaptaciones son respuestas a las exigencias de vivir en un ecosistema frágil y limitado. 


Isla Pedro Gonzalez Panamá
Isla Pedro Gonzalez Panamá

El venado enano  presenta varios rasgos interesantes, como el dimorfismo sexual, donde los machos poseen astas y son de mayor tamaño que las hembras. En Cooke et al. (2016) mencionan que alcanzan su madurez sexual aproximadamente a los 18 meses y para ellos determinaron la edad de los venados, empleando claves de edad del venado cola blanca, lo que permitió clasificar a los individuos en juveniles (menores a 18 meses), adultos (mayores a 18 meses y menores a 6 años), y adultos viejos (mayores a 6 años). A diferencia del género Mazama rufina que pueden llegar a ser adultos al año.


Restos de venado de hace 6,000 años encontrados en Panamá: la arqueología nos cuenta más


En este sitio (denominado PG-L-19/20) se hallaron restos óseos de venado en excavaciones con una profundidad variable entre 1 y 4 metros (Martínez et al., 2015; Martín et al., 2016). Este hallazgo sugiere que las islas del archipiélago estaban pobladas por venados muy pequeños, muy diferentes en tamaño a los del territorio continental y que también estos animales fueron cazados de forma abundante, fueron aprovechados a lo largo de toda la ocupación, disminuyendo al final de esta (Martínez et al., 2015). En los análisis arqueo faunísticos se encontraron marcas de corte relacionadas con el procesamiento, consumo y con la fabricación de artefactos. 


Excavaciones arqueológicas en Panamá
Richard Cooke en Pedro Gonzalez supervisando las excavaciones a cargo de Yahaira Nuñez y María Laura Sáenz. Foto de Juan Guillermo Martín. Tomado de Cuadernos de Antropología Julio-Diciembre 2019, 29(2)

En los estratos superiores de estas excavaciones la abundancia de moluscos y la escasez de restos de fauna terrestre sugieren cambios diacrónicos en el patrón de adquisición de alimentos (Martínez et al., 2015) y la densidad de estos restos óseos en los estratos más profundos sugiere que los primeros grupos humanos en llegar a la isla encontraron una fauna autóctona poco alterada. No obstante, el hecho de que los restos de vertebrados terrestres (incluyendo los venados) disminuyeran a lo largo de la ocupación apunta a que mientras la fauna terrestre cedía a la presión humana los recursos marino-costeros fueron de mayor importancia (Martínez et al., 2015; Martín et al., 2016). 


A lo largo de la ocupación precerámica del sitio se observa que la población de venados decrece con el tiempo, y en posteriores ocupaciones cerámicas en Pedro González no se encontraron venados tan pequeños. El venado enano no se reportó en depósitos cerámicos posteriores a los 2,300 a.P. (Martínez et al., 2015).


Del análisis arqueofaunístico se concluye que durante el periodo precerámico los habitantes Pedro González aprovecharon los venados enanos que habitaban en la isla, consumieron su carne y usaron sus huesos para elaborar ornamentos y herramientas. 

Evidencias arqueofaunísticas
Modificaciones antrópicas en restos de venado del sitio Playa Don Bernardo (Tomado de Martínez et al., 2015; Figura 3)

Este hecho ha llevado a pensar que los ocupantes del sitio Playa Don Bernardo provocaron una extinción local de esta población de venados (Martínez et al., 2015).


Además, al observar en conjunto la evidencia faunística del sitio Playa Don Bernardo se observa que la fauna terrestre (incluyendo los venados) disminuye con el paso del tiempo y en cambio los restos de moluscos aumentan en el mismo periodo (Martínez et al., 2015).


La historia del venado enano nos incita a reflexionar sobre nuestras responsabilidades hacia las demás especies y los hábitats que compartimos. Proteger la biodiversidad debe ser una prioridad absolutamente para todos, no sólo para preservar la vida silvestre, sino también para asegurar la salud de nuestros ecosistemas en el futuro, el efecto de extinción de una especie no se nota al instante pero llega a ser perjudicial en todo el ecosistema.





Referencias Bibliografia


Martín, J., Cooke, R., Bustamante, F., Hoist, I., Lara, A. y Stewar, S. (2016). Ocupaciones prehispánicas en Isla Pedro González, Archipiélago de Las Perlas, Panamá: Aproximación a Una Cronología con Comentarios Sobre las Conexiones Externas. Latin American Antiquity 27(3), pp. 378-396. 


Martínez, M., Jiménez, M., Buckley, M. y Cooke, R. (2015). Impactos humanos tempranos en fauna insular: El caso de los venados enanos de Pedro González (Archipiélago de las Perlas, Panamá). Revista Archaeobios  9 (1). 


Cortés, Y. (2012). Entre lo local y lo regional. La producción alfarera en el Archipiélago de las Perlas, Panamá. Un análisis de los componentes  cerámicos del sitio PGL-100, Isla Pedro González. Universidad de Costa Rica.


Metro Libre. (2019). Pequeño venado isleño fue cazado hasta su extinción. Recuperado de pequeno-venado-isleno-fue-cazado-hasta-su-extincion-EWML40600


Panamá América. (2009). Descubren asentamientos en el Archipiélago de las Perlas. Recuperado de 

 
 
 

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